Galletas para la merienda. Unas galletas que como están buenas es mojándolas en el café. Son muy sencillas y muy muy sabrosas, y cuando están en el horno, dejan un olor en la casa espectacular (aunque siga prefiriendo el de las recetas con sirope de arce 😉 ).
La receta es del blog Sabores de colores
Ingredientes
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150 ml aceite girasol
185 gr azúcar moreno
1 huevo
65 gr miel
230 gr harina
1 cucharadita. esencia de vainilla
1 cucharadita. bicarbonato de soda
1 pizca de sal
Azúcar gruesa
Elaboración
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Precalentamos el horno a 180ºC. .
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En un bol mezclamos el aceite, el azúcar, el huevo, la miel y la esencia de vainilla.
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Una vez tenemos todo bien mezclado iremos incorporando la harina, previamente tamizada con la sal y el bicarbonato. Mezclamos bien hasta que se integren todos los ingredientes y consigamos una masa homogénea.
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Con ayuda de una cuchara de postre haremos porciones del tamaño de una nuez aproximadamente, las boleamos y espolvoreamos la parte superior con azúcar gruesa.
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Distribuimos en papel para hornear sobre bandejas de horno dejando suficiente espacio entre ellas, pensad que se expandirán.
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Horneamos 10-12 minutos, hasta que estén ligeramente doradas y agrietadas por la parte superior. Retiramos del horno y dejamos enfriar ligeramente sobre el papel de horneado. Cuando salen del horno son demasiado tiernas, pero en cuestión de segundos endurecen y se vuelven crujientes.
Estas galletas las hice con miel de castaño regalo de mi querida Natalia. Os recomiendo que la primera vez que las hagáis sea con la miel de mil flores de toda la vida, a ser posible siempre con denominación de origen, nada de marcas blancas en este caso. Si os gustan, probad a hacerlas de nuevo con otro tipo de miel como ha sido mi caso. Son unas galletas de lujo.
Gloria.
They are great.
I have made them, they are fantastic.
🙂 ¡Gracias!
Thanks!