estoy aquí con esta receta por culpa de la mantequilla de cacahuete. Compré hace unos días medio kilo de cacahuetes pelados super ricos, naturales, sin tostar ni freír por supuesto con el único fin de preparar mi querida mantequilla. Y con ella delante, se me antojó en esta ocasión no mezclarla con cacao para hacer mi crema de “chocohuete”, sino de untarla sobre algo dulce. Y he aquí que acabé preparando lo que veis hoy jueves. Un bizcocho de chocolate bajito, que no llega al grosor de un brownie y que tiene una textura no tan esponjosa como la de éstos pero que son perfectos para rellenar. Y justo eso es lo que necesitamos, una superficie de chocolate sobre la que untar nuestra mantequilla de cacahuete casera.
Vamos a la receta.
Cortaditos de chocolate y mantequilla de cacahuete
Ingredientes
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2 huevos M
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110 gramos de harina de todo uso
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50 gramos de azúcar moreno
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1 cucharada (tbsp) de cacao puro en polvo desgrasado Valor
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115 gramos de azúcar blanquilla
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200 gramos de chocolate negro Valor 70% postres
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½ cucharadita (tsp) de sal
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2 cucharaditas (tsp) de vainilla en pasta
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115 gramos de mantequilla
Elaboración
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En un bol de cristal fundimos el chocolate con la mantequilla. En mi caso lo hago en el microondas a intervalos de 30 segundos, removiendo entre ellos hasta que ambos ingredientes están totalmente incorporados. Dejamos enfriar.
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Mezclamos en un bol los dos tipos de azúcar, los huevos y la vainilla. Cuando estén bien mezclados, añadimos nuestra mezcla templada de chocolate y mantequilla. Integramos bien.
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Por último, añadimos el chocolate en polvo, la harina y la sal. Mezclamos todo bien hasta conseguir nuestra masa.
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En un molde de 20×20 forrado con papel de horno o cubierto de mantequilla vertemos nuestra mezcla y horneamos en horno precalentado a 180ºC unos 35-40 minutos hasta que al insertar en el bizcocho una brocheta, ésta salga seca.
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Sacamos del horno, dejamos reposar en el molde sobre una rejilla unos 5 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre la rejilla.
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Cortamos en cuadraditos que a su vez abrimos por la mitad. Untamos con nuestra mantequilla de cacahuete y tapamos.
El resultado son estos cortados fantásticos que van divinos con un buen café o, por qué no, con un chocolate caliente a media tarde si es que vivís en zonas donde realmente haga frío como para que apetezca. Aquí por ahora, no ;).
El próximo jueves, amenazo con volver.
Gloria.
ay Glo!! lo que me río contigo no tiene nombre!!! jajjajaja
me encanta que seas así de radical, si el cuerpo, o el blog, piden calorías, pues se le dan!!
yo sería feliz con unos cuantos cortaditos de esos llenos de puro amor cacahuetil <3 si es que se te ocurren unas cosas que dan ganas de meter mano en la pantalla!!
habrá que hacer mantequilla de maní y luego probar esto SOON!!
muchos besos, vicepresidenta!! 😛