sobre el pan dulce que os traigo hoy: La receta la vi en el blog de Natalia, y hablando con ella me dijo que su inspiración fue una receta del maravilloso FB e IG de mi admirada Julia (@madamejuju). Me puse manos a la obra y elaboré el brioche en cuestión, delicioso, denso y jugoso a la vez, una maravilla, pero me quedé con ganas de saber más, principalmente porque los panes dulces me vuelven loca y ya iba siendo hora de dedicarles un ratito.
Y me puse a leer y así ahora sé que en su país de origen, en Francia, hay numerosas versiones del mismo según la región donde se elabore: La parisina: una modalidad sencilla con huevos, manteca y levadura cuyo rasgo diferenciador es que se cocina en un molde específico, de boca ancha y con los bordes acanalados que le da una forma redonda de dos pisos; la gâche vendéenne, que se elabora a base de crema, dando lugar a un brioche muy esponjoso, aromatizado con ron y vainilla, y en cuya parte de arriba siempre lleva una incisión. Se diferencia del brioche vendéenne, en que este último siempre tiene forma de trenza. Existe también el denominado brioche chino, que va enrollado y relleno de crema pastelera (como si fuera un brazo de gitano) y al que se le puede añadir uvas pasas o pepitas de chocolate; la corona de reyes, igual que nuestro roscón, tradicional en las provincias del sur del Loira, va relleno de frutas confitadas y dorado con huevo, se le da forma de corona y se le mete un haba. Se puede aromatizar con flor de naranjo o ron dorado. La especialidad alsaciana es el Kouglof, que se elabora en un molde de barro cocido y con una “chimenea” en medio, se rellena de uvas pasas y va decorado con almendras enteras. En el norte tenemos el cramique, que quizás se acerque más a la textura de un pan que a la de un brioche y que con los años se ha enriquecido con uvas pasas y huevos. Se corta en rebanadas y se toma con mantequilla, confitura, miel o cacao. Y por último tenemos la pogne, la especialidad de la ciudad de Romans, en el sudeste del país, y que no es más que una brioche en forma de corona y perfumada con flor de naranjo. Y si salimos de Francia, vemos que también son brioche en cierta medida elaboraciones tan conocidas como el panettone italiano, el kanelbullar sueco o el pāo doce portugués.
Y la cosa no queda ahí, sino que como casi siempre en cocina, te das cuenta de que el brioche bien hecho, bien trabajado, es una preparación nada simple. Si quisiéramos ir en busca del brioche perfecto, deberíamos tener un control perfecto de las temperaturas de la masa, del punto exacto de la fermentación, del amasado, de las proporciones de huevo y grasa, deberíamos conocer como el levado afecta a la textura, o cuales son los mejores rellenos para esa masa tan especial. Está claro que si nos propusiéramos hacerlo en condiciones, atendiendo a todos los detalles, veo que no muchos nos podríamos a ello. Por eso hoy os dejo con la receta sencillísima del brioche de mascarpone que publicó Natalia en su blog hace unos meses. Que Maria Antonieta nos perdone por sustituir la mantequilla por queso, y las manos en la masa por la Kitchen- Aid o la panificadora.
Brioche de mascarpone
(Fuente/Source)
Hasta la semana que viene.
Yt
Como a ti, me encantan las masas dulces y en especial los brioches. Yo adoro la gâche vendénne y el brioche de esa región, básicamente porque mi familia de Francia vive en esa región y he comido los originales, que son una delicia 🙂
Pero como ya llevo tiempo que no voy y el brioche me sigue apeteciendo, me voy a llevar tu receta para probar… qué tiene una pinta increíble!
besos
Por favorrrrrr!!!! Me muero de buenoooooo!!!
Vista la receta, no creo que tarde mucho en hacer este fantástico brioche….y sencillo. Es verdad que hay muchas masas que da pereza ponerse con ellas pero todo será empezar por lo sencillo e ir avanzando. Llevo dos años queriendo hacer masa de hojaldre y no me pongo nunca. A ver este invierno. Besotes
Mmmmmmm! ¡¡Con lo que me gustan a mi estas masas!!
Gracias por tanta buena información;-)
Apuntada queda la receta, en cuanto salga un finde lluvioso, cae.
Bss
me ha encantado leer un poco sobre estas masas enriquecidas tan ricas… el cramique también se toma en Bélgica y es uno de mis panes favoritos, y del guirimarido también, y la pogne justo este verano la probamos en casa de mis suegros… otra delicia… aunque lo que me ha dejado ojiplática es tu brioche de mascarpone… eres una crack, eh!! queda un trocito pa’mí?
un besote, reina!!
Rosi…si tuviera tiempo, toda yo sería un brioche… con eso creo que te lo digo todo… 😉
Rosa, se hace en un plis, es súper sencillo y nada engorroso de preparar. No esperes al finde lluvioso, hazme caso ;).
Gracias a ti por pasarte por el blog Carolina!
Esta receta es muy sencilla. No es una receta muy ortodoxa de brioche, pero la masa queda espectacular. En cuanto al hojaldre me pasa exactamente igual que a ti. Me da una pereza increíble, pero reconozco que cuando se hace, el disfrute es máximo. Un beso!
Tira p’al súper, compra una tarrina de mascarpone y ponte a ello Carmen! 😉
Como le decía antes a Mar, el método de elaboración no es para nada ortodoxo en relación al de un brioche “de verdad” pero el resultado merece la pena. Si lo haces, me encantará saber tu opinión. Un besote.